Si entendemos a la cultura como un conjunto de formas, modelos y corrientes, que pueden ser vistos o estar en el imaginario colectivo de la sociedad, debemos saber que esto es lo que produce la manifestación de las costumbres y así también las creencias, formas de ser y comportamientos. Claro, que estos conceptos están pensados desde un todo y engloban al total de las generaciones. Por eso, es aquí donde debemos detenernos para saber que, dentro del total de la población, hay sociedades que conviven con sus distintas culturas, y generaciones que se adaptan.
Desde la invención de la escritura, y antes también, la sociedad se fue acomodando a las tecnificaciones y avances que generaron la evolución para llegar a la actualidad. Claro, que cada etapa de la historia, tuvo su razón por la cual las personas se identificaron. Ya, en el año 868 d.C, los chinos hallaron la forma de imprimir el primer libro, el cual fue una traducción de un texto hindú llamado “El Frontispisio del Vajracchedika Sutra”, y a partir de allí, pero con mayor fuerza entre fines de la Edad Media y el siglo XVIII, se comenzó a desarrollar esta práctica que como dice Raymond Williams “Es inevitable la conclusión de que el acceso a los libros ha contribuido a la estructuración del orden social en los tiempos modernos”. Obviamente que, entre medio de estos siglos, hubo censuras que retrasaron el acercamiento de la sociedad a los textos.
La vorágine con la que avanza la tecnología y los nuevo medios de comunicación, han dejado a las generaciones pasadas al punto de sentirse analfabetas y excluidas. Antes, la radio como artefacto y emisora, cumplía un papel fundamental para la sociedad, que sentía la compañía y pasaba la tarde haciendo los quehaceres de la casa y escuchando alguna radionovela o el informativo. Hoy en día, esa función paso a manos del televisor e internet. Esto, lo podemos observar en el comienzo del capítulo X del texto de Silvertone con el ejemplo de la nena y su madre, donde el televisor juega un papel de mal necesario, que está siempre disponible.
El teléfono, como medio de comunicación, ha sido de gran importancia en generaciones pasadas por el hecho de poder hablar y escuchar a una persona que está a kilómetros de distancia. Pero hoy en día, ya es común la telecomunicación, que no solo se utiliza para conferencias o eventos importantes, sino que familias enteras puede estar hablando y viéndose a través de una computadora. Algo parecido pasa hoy con el medio televisivo, el cual no apareció hace tanto tiempo, pero rápidamente; a lo que son los tiempos históricos, se tuvo que adaptar al avance y es así como hoy en día podemos ver a este medio relacionado con la fuente constante de información que es internet.
Este “dinamismo constitutivo”, como llama María Cristina Mata, a la ruptura del Espacio/Tiempo, genera que cualquier persona pueda estar en contacto al instante con cualquier punto del planeta.
En la actualidad, las generaciones menores han nacido con el avance tecnológico instalado, y por eso, no es motivo de asombro que los más jóvenes sean quienes dominen fácilmente los artefactos, y de cierto modo, sean ellos quienes enseñen a los mayores como usarlos. De igual forma, los programadores de software, han entendido las limitaciones de generaciones pasadas y crearon también, programas de ayuda para aquellos que se animen a empezar desde la tercera edad.
El avance tecnológico, como opinión propia, lo que ha hecho en el campo de las comunicaciones, es pulir detalles para que genere mayor atracción y facilidades, sin quitarle utilidad. Esta es la cultura en la que vivimos hoy en día, entendiendo que no es la única, pero a modo de comunicación, serán años que estarán marcados por el avance constante.
Por último, quisiera recordar una frase de Raymond Williams que me parece acorde para terminar de redondear la idea del posteo: “Los historiadores saben que los nuevos sistemas y estructuras nunca borran por completo los anteriores, sino que se superponen”.
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